miércoles, 27 de mayo de 2015

Cuando me amé de verdad - Charles Chaplin


Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre… autoestima.

Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es… autenticidad.

Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama… madurez.

Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona, solo para alcanzar aquello que deseo, aun sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es… respeto.

Cuando me amé de verdad, me liberé de todo lo que no era bueno para mí: personas, cosas y situaciones, y todo lo que me empujara hacia abajo y me alejaba de mí mismo. Al principio, lo llamé egoísmo sano.  Pero hoy sé que eso es amor propio.

Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es… simplicidad.

Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la… humildad.

Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y eso se llama… plenitud.

Cuando me amé de verdad, comprendí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme. Pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es… saber vivir!

No debemos tener miedo de cuestionarnos… Hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas.

Charles Chaplin


martes, 19 de mayo de 2015

La vida no te la da la persona que deseas


Si las mujeres entendieran que los hombres también tienen miedos


Si las mujeres entendieran… que los hombres también tienen miedos, pero sin tanto permiso para mostrarlos.

Que hay emoción en el ruido de un motor o en el grito de un gol.

Que valoran mucho más el exceso de sonrisas que tres kilos menos.

Lo abrumador de ser el sostén económico de una familia.

Lo que es tener que ser valiente, poderoso y exitoso a toda hora.

Lo molestas que son las comparaciones con “el marido/novio de”.

La necesidad que tienen de un abrazo que no siempre saben pedir.

Lo difícil que es comprender lo que nunca les han enseñado.

Las lágrimas que no se animan a llorar.

El poder que tenemos sobre ellos.

Que ellos también pasan noches sin dormir.

Que necesitan silencio como nosotras charla.

Que no andan por la vida pensando en cómo lastimarnos.

Que son más débiles de lo que su altura y músculos dirían.

Que sacar lo mejor o peor de ellos está en nuestras manos.

Que piensan y razonan diferente.

Que sienten muy parecido.

Que demuestran sentimientos como pueden o como aprendieron.

Si las mujeres entendiésemos todo esto, si lográsemos mirar más allá de algunos olvidos, si nos diéramos cuenta de que no hay todos o ninguno. 

Si pudiésemos sentir que para ellos la mejor demostración de amor es habernos elegido, si las mujeres bajáramos un poquito la guardia, los reproches y tantos reclamos.

Si pudiéramos incrementar las sonrisas, los brindis y la picardía y si los dejáramos hacer sin tanto mandato ni expectativa, comprenderíamos que somos lo que le da sentido a sus vidas. Como mujeres, novias, madres, hijas, hermanas o amigas.

Al final del día, donde se acaban las bromas, donde no hay público ni formas, donde solo queda un hombre y sus latidos, ahí estamos nosotras... con el que cada una eligió.


Jess Browne

sábado, 2 de mayo de 2015

Él no es perfecto - Bob Marley


Él no es perfecto.
Tú tampoco lo eres,
y ustedes dos nunca serán perfectos.

Pero si él puede hacerte reír al menos una vez,
te hace pensar dos veces,
y si él admite ser humano y cometer errores,
no lo dejes ir y dale lo mejor de ti.

Él no va a recitarte poesía,
él no está pensando en ti en todo momento,
pero te dará una parte de él
que sabe que podrías romper.

No lo lastimes,
no lo cambies,
y no esperes de él más de lo que puede darte.

No analices.
Sonríe cuando te haga feliz,
grita cuando te haga enojar,
y extráñalo cuando no esté.

Ama con todo tu ser cuando recibas su amor.
Porque no existen los chicos perfectos,
pero siempre habrá un chico que es perfecto para ti.


Bob Marley