viernes, 1 de agosto de 2014

Lección 31. El amor es libre

El amor es libre, nada lo ata, lo encadena o lo aprisiona. Un amor que coarta la libertad propia o del otro, no es amor sino egoísmo. Se ama en la libertad de quien decide voluntariamente entregar afecto, compresión, ternura, ánimo o aliento. El amor solo es amor, cuando le permitimos volar, cuando traspasa los linderos del corazón y se expande más allá de los límites de nuestro cuerpo, nuestra familia, amigos o conocidos.

El amor es libre, y al mismo tiempo libera, rompe cadenas que nos impide confiar en nosotros o en los demás. El amor es una fuerza poderosa, que no conoce prisiones, que persiste el tiempo, la distancia, el fracaso o la derrota. Está presente a pesar que el otro no nos ame, nos ignore o rechace, lo damos libremente, sin condiciones, sin reclamos. Nadie, ni nada, nos impide amar profundamente, es un regalo que brindamos libremente, y con las mejores intenciones de hacer el bien. Cuando en el supuesto acto de amar libre, lastimamos a otros, ya deja de ser un amor verdadero.

No existe un solo contrato, voto o ley que nos obligue a amar, es una decisión que libremente tomamos, libremente mantenemos o libremente transformamos. Quien pretende aprisionar el amor con exigencias, manipulaciones y chantajes afectivos, simplemente logra que huya más rápido. Un amor que aprisiona es un amor que asfixia y le resta entusiasmo y alegría a la mutua compañía. Un amor que encadena, es un falso amor, somos espíritus libres que necesitamos de variadas experiencias para crecer.

Amar en libertad, no es lo mismo que libertinaje, o hacer lo que plazca sin medir las consecuencias negativas de los actos. Amar en libertad es aceptar que él otro no me pertenece, no es posesión mía. Es reconocer que cada uno elige la vida que quiere vivir, tiene sueños propios, capacidades y talentos especiales, que requieren su propio espacio para desarrollarlos y darlos al mundo.

La libertad es un valor del hombre, quien con cada decisión define su vida, su destino, elige a quien amar, cómo y cuándo. Un verdadero amor nunca muere, es una energía que se transforma continuamente. Amar en libertad es aprender a soltar, dejar que cada uno viva su vida, y vivir la propia de la mejor manera. La libertad es la maravillosa cualidad que Dios nos regala para elevarnos sobre las prisiones que intentan atarnos a una realidad que no existe, y nos permite llegar a metas supremas de realización.

Dios Padre, gracias por esos dos regalos hermosos: el Amor y la Libertad. Gracias por guiarnos para hacer buen uso de ellos.

Liliana

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