miércoles, 6 de noviembre de 2013

Cuento de amor universal: Iko y los leones

En el reino era un ritual para los guerreros ir a la cacería del león. En medio de la búsqueda el Rey salió detrás del príncipe Iko, que se escapó entre la multitud. Lo encontró acariciando a un cachorro de león, mientras la leona se acercaba caminando lentamente. 

Al rey se le detuvo el corazón por un instante, luego alzó el arco y cuando levantó la flecha, la leona levantó la cabeza y rugió.

Cuando el príncipe vio al padre, soltó al cachorro y le murmuro algo a la leona, quien después de rugir indecisa, y ante la insistencia del príncipe se fue, y detrás de ella marchó su retoño.

¿Estás loco?  exclamó el rey— ¡Esa bestia pudo haberte matado!

¿Ella?... No padre, ella jamás me habría hecho daño, es  mi amiga.

—Aunque debo admitir que cualquier cosa que hayas dicho o hecho, fue muy impresionante— dijo el rey—Sin embargo, no entiendo, si las cacerías te disgustan tanto ¿Por qué insistes en venir?

— Pero sí me gustan las cacerías—respondió el príncipe—Me gustan los colores, la música. Me encanta salir al bosque. Es solo que…odio la idea de matar.

— ¿Y por qué te molesta tanto? —le preguntó el rey.

— No sé cómo explicarlo—respondió el joven príncipe—. Es como si existiera un vínculo, como si yo pudiera sentir y pensar lo mismo que ellos. Es como si me hablaran. ¿Lo entiendes?

— No, nunca he sentido nada así—le respondió el rey. — Creo que eres muy afortunado. Una vez mi padre me dijo que un buen gobernante sentía amor por toda su gente, pero un gran gobernante, sentía amor por todo, y tú mi muchacho, vas a ser un gran gobernante.

Adaptado de El amor sobre todas las cosas- Isha


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