Estaba un maestro viendo el agua, cuando se dio
cuenta que había un alacrán ahogándose. Se dispuso a ayudarlo y sacarlo del
agua, pero al hacerlo, el alacrán le picó la mano. Con el dolor, soltó al
animal que cayó de nuevo en el agua y empezó a ahogarse nuevamente.
Entonces, intento sacarlo de nuevo, con el mismo
resultado. Esto se repitió varias veces, hasta que un observador le dijo:
— ¿Por
qué es tan terco? Cada vez que lo saque del agua el alacrán lo va a picar.
El maestro le respondió:
— La
naturaleza del alacrán es picar... ¿por qué su naturaleza debería cambiar la
mía, que es ayudar?
Anthony de Mello
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