No empobrece
a quien la da y enriquece a quien la recibe.
Dura solo un
instante y perdura en el recuerdo eternamente.
Es la señal
externa de la amistad profunda.
Nadie hay tan
rico que pueda vivir sin ella,
y nadie tan
pobre que no la pueda dar.
Una sonrisa
alivia el cansancio,
renueva las
fuerzas y es el consuelo de la tristeza.
Una sonrisa
tiene valor desde el comienzo en que se da.
Si crees que
a ti la sonrisa no te aporta nada,
sé generoso y
da la tuya,
porque nadie
tiene tanta necesidad de la sonrisa
como quien no
sabe sonreír.
Anónimo.
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