sábado, 19 de enero de 2013

Oración para unión en el matrimonio


Señor,
Y sucedió una vez que sobre la tierra desnuda y virgen
 brotó de improviso una flor hecha de nieve y fuego.
Fue llama que extendió un puente de oro entre las dos riberas,
guirnaldas que engarzó para siempre nuestras vidas y nuestros destinos.

Señor, Señor,  fué el amor con sus prodigios, ríos, esmeraldas e ilusiones.
¡Gloria a Ti, horno incandescente de amor!
Pasó el tiempo, y en el confuso esplendor de los años
la guirnalda perdió frescor, y la escarcha envolvió a la llama
por sus cuatro costados; la ruina, sombra maldita fue invadiendo,
 sin darnos cuenta y penetrando todos  los tejidos de la vida.
Y el amor comenzó a invernar.

Señor, Señor fuente de amor;
dobladas las rodillas
desgranamos ante ti nuestra ardiente súplica:
Sé Tú en nuestra casa lámpara y fuego,
pan, piedra y rocío, viga maestra y columna vertebral.
Restaña las heridas cada noche y renazca el amor cada mañana
como fresca primavera.

Sin Ti nuestros sueños rodarán por la pendiente,
Sé Tú para nosotros escarlata de fidelidad,
espuma de alegría y garantía de estabilidad.
Mantén, Señor, alta como las estrellas,
en nuestro hogar la llama roja del amor,
y la unidad como un rio caudaloso, recorra e irrigue
nuestras arterias por los días de los días.

Sé Tú, Señor Dios, el lazo de oro que mantenga nuestra vidas
Incorruptiblemente entrelazadas hasta la frontera final y más allá.
Así sea.

Fuente: Encuentro: Manual de Oración. P. Ignacio Larrañaga.


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